
Middlesex
En los medios de comunicación salió hace unas semanas la noticia de que un juzgado de Tolosa ha aprobado el cambio de nombre, de Luken a Lucía, de una niña de cuatro años del pequeño pueblo guipuzcoano Asteasu. La noticia y la entrevista a su madre me emocionaron mucho por cómo una niña tan pequeña que ha nacido con pito encuentra recovecos en el vestuario, en el lenguaje o en cualquier forma que le permita comunicar a sus padres y a su entorno que pertenece a otro género que en un principio le adjudicaron. Una reportera me explicó cómo se emocionó al escuchar a la madre de Lucía explicar que la niña empezó a hablar en casa en castellano porque los adjetivos tienen género masculino y femenino, a diferencia del euskera, donde los adjetivos son neutros y somos indistintamente polita (bonit@, guap@, en euskera). Lucía, tan pequeña, tan bilingüe y tan lista escogía premeditadamente esa lengua para decirles a sus padres y a sus tres hermanos varones que ella es guapa.
Esta bonita anécdota y esa maravillosa familia euskaldun que ha escuchado no sólo las palabras de su hija sino su significado me ha hecho recordar el libro Middlesex (en la edición compacta de Anagrama ronda los 10 euros). Poco se sabe sobre la vida personal de su autor, Jeffrey Eugenides (¿es una novela de inspiración biográfica?), pero en ella Eugenides narra la historia familiar y en concreto la historia de un niño que nació dos veces: primero como niña y luego a los catorce como niño. Parece increíble que niños tan pequeños sepan perfectamente cual es su género, a pesar de la biología y de las convenciones sociales, y Middlesex es un libro magnífico para entender una realidad poco conocida. Como me dijo una vez un buen amigo, nos hablan del blanco y del negro de la sexualidad (homosexualidad, heterosexualidad), pero en medio hay una escala de grises que desconocemos. Y como dice la madre de Lucía, ahora su hija es feliz, quién sabe qué necesitará más adelante (¿hormonas? ¿cirugía?) lo importante es que siempre tendrá a su familia para ser escuchada, respetada y acompañada.