Cómo ser parisina estés donde estés
Recetas de cocina, un exhaustivo listado de lugares adónde ir en París para tomar el té, para aislarte del mundo, para comprar ropa, para besar a un amante… Cómo ser parisina estés donde estés es una guía, un compendio de aforismos y una recopilación de sus pensamientos íntimos sobre la vida, el amor, la maternidad, la belleza, la moda, la literatura escrito por cuatro estilosas e inteligentes mujeres, amigas, madres, esposas, amantes y, sobre todo, parisinas que son conscientes de su encanto pero que también saben reírse de sí mismas. Tras leer este libro comprendo más el cine francés, y a las francesas. Me gusta su sinceridad, sus líos, sus subidas y sus bajadas. Me ha gustado tanto que ha superado todas mis expectativas, y eran tan altas que lo leí en inglish pitinglish.
Al grano, ¿grandes frases de este libro? Los aforismos de la primera página se pueden traer aquí fácilmente, el resto hay que leerlo…
“No tengas miedo a envejecer. No tengas miedo a nada que no sea el miedo”
“Encuentra tu perfume antes de los treinta. Y llévalo durante los siguientes treinta años”.
“Sé infiel. Engaña a tu perfume. Pero solamente cuando haga frío”.
“La cultura es como comer productos frescos: da buen color”.
“Sé consciente de tus cualidades. Sé consciente de tus defectos. Cultívalos en secreto, pero no te obsesiones”.
“Demasiado maquillaje, demasiados colores, demasiados accesorios. Respira. Aligera. Reduce”.
“Nada de canas. O todo canas”. (Y más adelante señala que las parisinas siempre se tiñen el pelo del color que la naturaleza les dio; ¡absolutamente de acuerdo!).
“La moda domina el mundo. Las parisinas dominan la moda. ¿Es cierto? Qué importa. El mundo necesita leyendas”.
Cómo ser parisina estés donde estés, de la editorial Roca, tiene un precio de 7,59 euros para Kindle y 7,99 para iPad, y está escrito por Anne Berest, Audrey Diwan, Caroline de Margret y Sophie Mas (en la foto superior, en una imagen promocional).
Un plus: su visión de la maternidad. Sus hijos no son el centro de su vida, ni son amigas de sus hijos. Son sus madres y actúan en consecuencia.